ABRIL 11 /2016
TRABAJO SOBRE: LA ORACIÓN CRISTIANA
REDACCIÓN
SOBRE: LA ORACIÓN DE MEDITACIÓN
TRABAJO
PRESENTADO A:
P.
EDGAR GUERRERO
TRABAJO
REALIZADO POR:
DIEGO
FERNANDO ROJAS
PROPEDÉUTICO
2016
LA
ORACIÓN MENTAL
La
meditación
La meditación es una de las formas de orar más
íntimamente a Dios, ya que consiste en
adherirse completamente a él, en la meditación encontramos algunos
pasos básicos para ese momento, ya que para unos es más fácil que para otros,
la meditación tiene por meta acercarnos a la Santidad, allí nos encontramos
cara a cara con el Señor, pensamos en
él, leemos su palabra, tratamos de
escucharlo, le hablamos mentalmente
exponiendo nuestra vida. En la meditación Dios se acerca al hombre para
conversar con él, es un momento intimo de amor, esos pasos básicos que
necesitamos para meditar nos hablan de que no es necesario justamente largas
horas, más bien hacerlo en un momento destinado a ello, pero hacerlo de
corazón,
sentir ese momento de encuentro con el Padre del Cielo, dentro de lo
que es la meditación y lo que ha representado para los creyentes, encontraremos
pasajes en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, lo que represento para
el pueblo de Dios y para la primera comunidad Cristiana, también encontraremos
referencias en el Catecismo de la Iglesia Católica como base para los
Cristianos Católicos del mundo, además
de lo que la Iglesia y los Santos han encontrado en la oración de meditación, y
finalmente lo que debe representar para nosotros hoy día, no podemos pasar por
alto los escritores que han hablado
sobre este tema, hay Santos, miembros de los ministros de la Iglesia y hombres
y mujeres de fe, que un día vivieron la meditación y escribieron sobre ella en
libros tales como, (Plegarias de mar
adentro, Ceferino Santos) (15 minutos
con Jesús sacramento, P. Martín Sepúlveda) (Tratado del amor de Dios, San
Francisco de Sales) (Alabanzas en todas
las horas, San Francisco de Asís) (Oraciones de la familia Paulina, Beato
Santiago Alberione) y (Camino de perfección,
Santa Teresa de Jesús).
Con esto vamos a ir descubriendo poco a poco el camino
que nos lleva a la Santidad tras el encuentro con Dios en la meditación.
La
meditación en el Antiguo Testamento
La meditación es apartarse por unos instantes a solas o
en grupo, guardar silencio y pensar por unos momentos en la vida, en lo que
preocupa, en lo que alegra, en lo que contempla, en quien siempre está allí
(Dios)[1], consiste en leer un texto bíblico y pensar en
lo que esa palabra me habla, en lo que me interpela y a lo que me invita, luego
como se debe poner en práctica, lo importante de la meditación es que allí se
viva una experiencia de Dios, se viva un encuentro con él, y que al finalizar
la meditación ya no se siga siendo la misma persona, que haya un cambio, que la
presencia viva del Señor continúe viva en la persona llevándolo a la Santidad,
la cual consiste en escuchar a Dios, aceptar su voluntad, dejarse transformar
por él, en medida en lo que esa persona pueda mejorar su estilo de vida personal
y comunitaria, en lo que esa persona pueda transmitir a otros. En la Biblia se habla de personajes que se
comunicaron con Dios, por la gracia que el mismo concedió inmerecidamente al
hombre, estos personajes bíblicos pasaron a la historia, por que dejaron que
fuera Dios quien viviera en ellos, porque de su encuentro con él no siguieron
siendo los mismos, vemos por ejemplo a Moisés[2], después de su encuentro
con el Señor en el desierto, recibe una misión, se siente interpelado por Dios
y sale a realizar su misión de libertador. En el encuentro con Dios se sabe que
surge un dialogo, unas dudas, un consuelo y una misión, además Moisés se postra
en el suelo por que reconoce en medio de la confusión la grandeza y Santidad de
Dios, también en los Salmos encontramos lo importante que era la meditación
para es Salmista y como hablaba de ella al pueblo[3], en ellos se destacan
claramente oraciones dirigidas al Señor, y se menciona en ellas la meditación
como parte de la oración, es por eso que los Salmos siendo el culmen de la
oración en el Antiguo Testamento notamos lo importante que es para el pueblo de
Dios.
La
meditación en el Nuevo Testamento
Si bien era importante la meditación en el Antiguo
Testamento, cuanto no más importante paso hacer en el Nuevo testamento[4], el pueblo sigue siendo el
mismo, con las mismas tradiciones, con las mismas creencias y los mismos ritos,
lo que hace que se divida en dos, es el paso de Jesús por la historia, Cristo
nace, es decir el Dios cercano del Antiguo Testamento ahora se hace carne,
todavía más cercano al hombre, esto hace que se divida en dos la historia de
Israel, ahora Jesús enseña que Dios es Padre, y que es misericordioso, justo
pero no cruel, ahora Jesús muestra el rostro de amor de Dios, y esto enseña a
sus discípulos, una de sus enseñanzas
fue la oración donde habla de lo que se conoce como el Padre Nuestro, en esta oración muestra las peticiones correctas y
la forma de pedirlas, pero en si no es esta oración lo más importante, pues
tiene un mayor valor lo que Jesús enseño con su vida, y los evangelios nos
muestran a Jesús que se retira a solas, para hablar con el Padre[5], para meditar sus pasos,
para recobrar fuerzas y permanecer fiel. Pero es también su madre María
Santísima, un modelo de meditación, el evangelista Lucas[6], nos presenta en su libro a María la que no comprendía
todo, pero que lo guardaba en el corazón y lo meditaba, es ella la primer
discípula de Jesús, es ella la primera en ser uno con Dios, porque llevo a su
hijo en el vientre, siendo el primer Sagrario, esta gran mujer es uno de los
modelos de oración mental o meditación, porque ella cree, y actúa por su fe,
así mismo vemos a Jesús meditando y actuando, es esto lo que ha enseñado a sus
discípulos, y que ellos realizan en pentecostés cuando llenos de miedo pensaban
en lo que podía pasarles[7], y llega el Espíritu Santo
y empiezan actuar. San Pablo es otro
modelo de esta oración, en su viaje a Damasco para encarcelar a los Cristianos,
tiene un encuentro con Jesús, a lo que él llama una iluminación, San Pablo no
vuelve a ser el mismo, Jesús ha pasado por la vida por la vida de este hombre y
la ha transformado, después de este
encuentro se hace un Apóstol, se hace un predicador, un misionero todo de su
encuentro cara a cara con Cristo[8], ahora se ha vuelto uno con
el Señor, y esto que ha vivido se lo recomienda a Timoteo, un discípulo a quien
ama como un hijo[9],
en la carta que le dirige, pablo le hace recordar la importancia de meditar.
La
meditación según el Catecismo de la Iglesia Católica
En los primera comunidad cristiana, como hemos visto,
para los discípulos de Jesús es importante la meditación, invitan a otros a
realizarla, tal como ellos muy seguramente también realizaban constantemente,
la comunidad cristiana al ir creciendo y avanzando con los siglos , fue
adquiriendo en su interior la meditación
es por esto que el papa Juan Pablo ll,
con un grupo de teólogos crearon lo que conocemos como el Catecismo de
la Iglesia Católica, allí encontramos grandes temas referidos a las creencias
del Católico, y en la cuarta parte se
trata el tema de la oración y dentro de la oración encontramos la
meditación, nos dice el Catecismo que la
meditación es una búsqueda contante del hombre a Dios, ya que en ella se vive
ese encuentro, hay una unión entre el hombre y Dios, ya que él llega a habitar en el hombre
mediante el espíritu Santo, la meditación es poner todo él se completamente en
comunión con el Señor, se dirige el
pensamiento a Dios, se dirige las palabras mentales a Dios, se dirige el
corazón y el alma a Dios, y al mismo tiempo es Dios mismo quien llega al hombre
mediante esa meditación, es por eso el encuentro entre dos seres que se aman[10].
La
meditación Camino a la Santidad
Una gran importancia tiene la meditación en la vida de la
Iglesia, pero su mayor importancia se debe a que de ese encuentro con Dios, se
hace un camino de Santidad, la santidad no consiste en ser místico y realizar obras anormales, más bien es
escuchar al Dios padre misericordioso, hacer su voluntad, cumplirla hacer de la
oración un encuentro con él y de ese encuentro hacerlo vida, así pues en la
Iglesia han surgido hombres y mujeres que alcanzaron la Santidad y escribieron
una gran enseñanza, y esta es “la Oración”
estos hombres y mujeres comunes y normales un día decidieron escuchar a
Dios, y de esa escucha surgió una necesidad de una comunión con el Padre amado,
estos hombres cambiaron sus vidas después de dejar que en la meditación actuara
Dios en ellos, son muchos los santos que se hicieron santos por hacer de la
meditación diaria un camino de vida a la santidad, entre ellos se destacan
algunos como San Francisco de Asís, San Francisco de Sales, Santa Teresa de
Jesús, Don Alberione, etc. El caso fue que ellos dejaron grandes escritos
llenos de lo maravilloso que para ellos representaba la meditación y que allí
encontramos lo que nos quieren transmitir
también, para que hagamos de la meditación Vida.
De estos escritos maravillosos se ha basado también
grandes escritores para seguir comunicando el mensaje de la santidad a través
de la meditación.
La meditación no consiste en ser algo difícil, pues no
debe ser estrictamente necesario que sea larga, más bien puede iniciarse con
algo corto, la idea es encontrarse con el Señor y de ese encuentro hacerlo
Vida, solo siguiendo los pasos básicos,
Alabanza[11], acción de gracias[12], momento de examen de
conciencia y dolor de los pecados[13], arrepentimiento
sincero, lectura de la palabra y el
momento de silencio donde se piensa en lo que esa palabra está hablando,
escuchar a Dios allí[14], pensar esa palabra que
está transmitiendo y a que está invitando, luego como se puede poner en
práctica, por último se hace la oración para permanecer en gracia y hacer vida
lo que vivió en esos minutos, con los días haciendo esto, ya se podrá ir haciendo más de seguido y
más duradero, lo que el corazón y la
experiencia valla poniendo en el ser[15].
La meditación es pues más de lo que se escribe de ella,
más de lo que se pueda explicar, la meditación es un encuentro vivo con Dios
que solo se puede explicar desde la experiencia.
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