Catequesis Espiritual

domingo, 17 de abril de 2016

ABRIL  11  /2016


TRABAJO  SOBRE: LA ORACIÓN CRISTIANA
REDACCIÓN SOBRE: LA ORACIÓN DE MEDITACIÓN


TRABAJO PRESENTADO A:
P. EDGAR GUERRERO


TRABAJO REALIZADO POR:
DIEGO FERNANDO ROJAS








PROPEDÉUTICO 2016  





LA ORACIÓN MENTAL
La meditación
La meditación es una de las formas de orar más íntimamente a Dios,  ya que consiste en adherirse completamente  a él, en la meditación encontramos algunos pasos básicos para ese momento, ya que para unos es más fácil que para otros, la meditación tiene por meta acercarnos a la Santidad, allí nos encontramos cara a cara con el Señor,  pensamos en él,  leemos su palabra, tratamos de escucharlo,  le hablamos mentalmente exponiendo nuestra vida. En la meditación Dios se acerca al hombre para conversar con él, es un momento intimo de amor, esos pasos básicos que necesitamos para meditar nos hablan de que no es necesario justamente largas horas, más bien hacerlo en un momento destinado a ello, pero hacerlo de corazón,
sentir ese momento de encuentro con el Padre del Cielo, dentro de lo que es la meditación y lo que ha representado para los creyentes, encontraremos pasajes en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, lo que represento para el pueblo de Dios y para la primera comunidad Cristiana, también encontraremos referencias en el Catecismo de la Iglesia Católica como base para los Cristianos Católicos del mundo,  además de lo que la Iglesia y los Santos han encontrado en la oración de meditación, y finalmente lo que debe representar para nosotros hoy día, no podemos pasar por alto  los escritores que han hablado sobre este tema, hay Santos, miembros de los ministros de la Iglesia y hombres y mujeres de fe, que un día vivieron la meditación y escribieron sobre ella en libros tales como, (Plegarias de mar adentro, Ceferino Santos)  (15 minutos con Jesús sacramento, P. Martín Sepúlveda) (Tratado del amor de Dios, San Francisco de Sales)  (Alabanzas en todas las horas, San Francisco de Asís) (Oraciones de la familia Paulina, Beato Santiago Alberione) y (Camino de perfección, Santa Teresa de Jesús).
Con esto vamos a ir descubriendo poco a poco el camino que nos lleva a la Santidad tras el encuentro con Dios en la meditación.








La meditación en el Antiguo Testamento
La meditación es apartarse por unos instantes a solas o en grupo, guardar silencio y pensar por unos momentos en la vida, en lo que preocupa, en lo que alegra, en lo que contempla, en quien siempre está allí (Dios)[1],  consiste en leer un texto bíblico y pensar en lo que esa palabra me habla, en lo que me interpela y a lo que me invita, luego como se debe poner en práctica, lo importante de la meditación es que allí se viva una experiencia de Dios, se viva un encuentro con él, y que al finalizar la meditación ya no se siga siendo la misma persona, que haya un cambio, que la presencia viva del Señor continúe viva en la persona llevándolo a la Santidad, la cual consiste en escuchar a Dios, aceptar su voluntad, dejarse transformar por él, en medida en lo que esa persona pueda mejorar su estilo de vida personal y comunitaria, en lo que esa persona pueda transmitir a otros.  En la Biblia se habla de personajes que se comunicaron con Dios, por la gracia que el mismo concedió inmerecidamente al hombre, estos personajes bíblicos pasaron a la historia, por que dejaron que fuera Dios quien viviera en ellos, porque de su encuentro con él no siguieron siendo los mismos, vemos por ejemplo a Moisés[2], después de su encuentro con el Señor en el desierto, recibe una misión, se siente interpelado por Dios y sale a realizar su misión de libertador. En el encuentro con Dios se sabe que surge un dialogo, unas dudas, un consuelo y una misión, además Moisés se postra en el suelo por que reconoce en medio de la confusión la grandeza y Santidad de Dios, también en los Salmos encontramos lo importante que era la meditación para es Salmista y como hablaba de ella al pueblo[3], en ellos se destacan claramente oraciones dirigidas al Señor, y se menciona en ellas la meditación como parte de la oración, es por eso que los Salmos siendo el culmen de la oración en el Antiguo Testamento notamos lo importante que es para el pueblo de Dios.






La meditación en el Nuevo Testamento
Si bien era importante la meditación en el Antiguo Testamento, cuanto no más importante paso hacer en el Nuevo testamento[4], el pueblo sigue siendo el mismo, con las mismas tradiciones, con las mismas creencias y los mismos ritos, lo que hace que se divida en dos, es el paso de Jesús por la historia, Cristo nace, es decir el Dios cercano del Antiguo Testamento ahora se hace carne, todavía más cercano al hombre, esto hace que se divida en dos la historia de Israel, ahora Jesús enseña que Dios es Padre, y que es misericordioso, justo pero no cruel, ahora Jesús muestra el rostro de amor de Dios, y esto enseña a sus discípulos,  una de sus enseñanzas fue la oración donde habla de lo que se conoce como el Padre Nuestro, en esta oración muestra las peticiones correctas y la forma de pedirlas, pero en si no es esta oración lo más importante, pues tiene un mayor valor lo que Jesús enseño con su vida, y los evangelios nos muestran a Jesús que se retira a solas, para hablar con el Padre[5], para meditar sus pasos, para recobrar fuerzas y permanecer fiel. Pero es también su madre María Santísima, un modelo de meditación, el evangelista Lucas[6], nos presenta  en su libro a María la que no comprendía todo, pero que lo guardaba en el corazón y lo meditaba, es ella la primer discípula de Jesús, es ella la primera en ser uno con Dios, porque llevo a su hijo en el vientre, siendo el primer Sagrario, esta gran mujer es uno de los modelos de oración mental o meditación, porque ella cree, y actúa por su fe, así mismo vemos a Jesús meditando y actuando, es esto lo que ha enseñado a sus discípulos, y que ellos realizan en pentecostés cuando llenos de miedo pensaban en lo que podía pasarles[7], y llega el Espíritu Santo y empiezan actuar.  San Pablo es otro modelo de esta oración, en su viaje a Damasco para encarcelar a los Cristianos, tiene un encuentro con Jesús, a lo que él llama una iluminación, San Pablo no vuelve a ser el mismo, Jesús ha pasado por la vida por la vida de este hombre y la ha transformado, después de  este encuentro se hace un Apóstol, se hace un predicador, un misionero todo de su encuentro cara a cara con Cristo[8], ahora se ha vuelto uno con el Señor, y esto que ha vivido se lo recomienda a Timoteo, un discípulo a quien ama como un hijo[9], en la carta que le dirige, pablo le hace recordar la importancia de meditar.



La meditación según el Catecismo de la Iglesia Católica
En los primera comunidad cristiana, como hemos visto, para los discípulos de Jesús es importante la meditación, invitan a otros a realizarla, tal como ellos muy seguramente también realizaban constantemente, la comunidad cristiana al ir creciendo y avanzando con los siglos , fue adquiriendo en su interior  la meditación es por esto que el papa Juan Pablo ll,  con un grupo de teólogos crearon lo que conocemos como el Catecismo de la Iglesia Católica, allí encontramos grandes temas referidos a las creencias del Católico,  y en la cuarta parte se trata el tema de la oración y dentro de la oración encontramos la meditación,  nos dice el Catecismo que la meditación es una búsqueda contante del hombre a Dios, ya que en ella se vive ese encuentro, hay una unión entre el hombre y Dios,  ya que él llega a habitar en el hombre mediante el espíritu Santo, la meditación es poner todo él se completamente en comunión con el Señor,  se dirige el pensamiento a Dios, se dirige las palabras mentales a Dios, se dirige el corazón y el alma a Dios, y al mismo tiempo es Dios mismo quien llega al hombre mediante esa meditación, es por eso el encuentro entre dos seres que se aman[10].
La meditación Camino a la Santidad
Una gran importancia tiene la meditación en la vida de la Iglesia, pero su mayor importancia se debe a que de ese encuentro con Dios, se hace un camino de Santidad, la santidad no consiste en ser místico  y realizar obras anormales, más bien es escuchar al Dios padre misericordioso, hacer su voluntad, cumplirla hacer de la oración un encuentro con él y de ese encuentro hacerlo vida, así pues en la Iglesia han surgido hombres y mujeres que alcanzaron la Santidad y escribieron una gran enseñanza, y esta es “la Oración”  estos hombres y mujeres comunes y normales un día decidieron escuchar a Dios, y de esa escucha surgió una necesidad de una comunión con el Padre amado, estos hombres cambiaron sus vidas después de dejar que en la meditación actuara Dios en ellos, son muchos los santos que se hicieron santos por hacer de la meditación diaria un camino de vida a la santidad, entre ellos se destacan algunos como San Francisco de Asís, San Francisco de Sales, Santa Teresa de Jesús, Don Alberione, etc. El caso fue que ellos dejaron grandes escritos llenos de lo maravilloso que para ellos representaba la meditación y que allí encontramos lo que nos quieren transmitir  también, para que hagamos de la meditación Vida.    



De estos escritos maravillosos se ha basado también grandes escritores para seguir comunicando el mensaje de la santidad a través de la meditación.
La meditación no consiste en ser algo difícil, pues no debe ser estrictamente necesario que sea larga, más bien puede iniciarse con algo corto, la idea es encontrarse con el Señor y de ese encuentro hacerlo Vida,  solo siguiendo los pasos básicos, Alabanza[11],  acción de gracias[12], momento de examen de conciencia y dolor de los pecados[13], arrepentimiento sincero,  lectura de la palabra y el momento de silencio donde se piensa en lo que esa palabra está hablando, escuchar a Dios allí[14], pensar esa palabra que está transmitiendo y a que está invitando, luego como se puede poner en práctica, por último se hace la oración para permanecer en gracia y hacer vida lo que vivió en esos minutos, con los días haciendo esto,  ya se podrá ir haciendo más de seguido y más  duradero, lo que el corazón y la experiencia valla  poniendo en el ser[15].
La meditación es pues más de lo que se escribe de ella, más de lo que se pueda explicar, la meditación es un encuentro vivo con Dios que solo se puede explicar desde la experiencia.





1 Plegarias de mar adentro, Ceferino Santos S.J.
2 Éxodo Cap. 3
3  Salmo, 119; 49,3; 103.




4 Plegarias de mar adentro, Ceferino Santos S.J.
5 Evangelio de San Mateo, Marcos, Lucas y Juan
6 Evangelio de San Lucas 2, 19
7 Hechos de los Apóstoles 2
8 Hechos de los Apóstoles 9,15
9 1 Timoteo 6, 20
10 CIC. Cuarta parte, # 2705-2708.
11  (Plegarias de mar adentro, Ceferino Santos) 
12  (15 minutos con Jesús sacramento, P. Martín Sepúlveda)
13  (Tratado del amor de Dios, San Francisco de Sales)
14  (Oraciones de la familia Paulina, Beato Santiago Alberione)
15  (Camino de perfección, Santa Teresa de Jesús).

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